Howard Marks y los Oaktree Memos: las ideas clave para entender el riesgo y los ciclos de mercado
Howard Marks es cofundador y copresidente de Oaktree Capital Management, una de las mayores gestoras de inversión alternativa del mundo, especializada en crédito, deuda en dificultades y situaciones especiales. A diferencia de otros inversores conocidos, Marks no destaca por seleccionar acciones concretas ni por anticipar movimientos de mercado, sino por su capacidad para reflexionar con profundidad sobre el riesgo, los ciclos y el comportamiento del inversor.
Desde hace décadas, Marks publica de forma periódica los conocidos Oaktree Memos, una serie de cartas dirigidas a inversores y al público general. En ellas no ofrece recomendaciones de compra ni previsiones a corto plazo, sino marcos mentales para pensar mejor sobre inversión. Su influencia es tal que Warren Buffett ha reconocido públicamente que los lee todos.
A continuación, recopilamos las ideas más recurrentes y destacadas que Howard Marks ha desarrollado a lo largo de los Oaktree Memos.
1. El riesgo no es volatilidad
Una de las ideas centrales de Marks es que la volatilidad es visible y cuantificable, pero no es sinónimo de riesgo. El riesgo real es la posibilidad de sufrir una pérdida permanente de capital, algo que suele pasar desapercibido cuando el entorno es complaciente.
2. El mayor riesgo aparece cuando nadie lo percibe
Marks insiste en que los momentos más peligrosos para invertir no son los de miedo extremo, sino aquellos en los que el consenso es optimista y la sensación de seguridad es generalizada. Cuando todo parece fácil, el margen de error se reduce.
3. Los ciclos son inevitables
A lo largo de los memos, Marks recuerda que los mercados se mueven de forma cíclica entre el optimismo y el pesimismo. Ignorar los ciclos no los elimina; comprenderlos ayuda a no cometer errores graves en los extremos.
4. El precio importa tanto como la calidad
Una buena empresa o un buen activo puede convertirse en una mala inversión si se paga un precio excesivo. Para Marks, la rentabilidad futura depende en gran parte de las expectativas ya incorporadas en el precio.
5. Pensamiento de segundo nivel
Invertir bien no consiste solo en tener razón, sino en entender qué espera el mercado y qué puede suceder de forma distinta a lo que descuenta la mayoría. Este pensamiento más profundo es una de las grandes aportaciones de Marks.
6. La disciplina supera a la brillantez
El éxito a largo plazo no requiere genialidad constante, sino evitar errores graves, mantener la disciplina y resistir la presión emocional cuando el entorno empuja a asumir riesgos excesivos.
7. La humildad como ventaja competitiva
Marks subraya de forma recurrente que nadie tiene certezas absolutas. Reconocer los límites del propio conocimiento permite ajustar el riesgo y sobrevivir en escenarios adversos.
8. La rentabilidad futura es inversamente proporcional al optimismo actual
Cuanto mayor es el optimismo del mercado, menores suelen ser las rentabilidades esperadas. Esta relación aparece de forma reiterada en los Oaktree Memos como advertencia contra la euforia.
Conclusión
Los Oaktree Memos no buscan predecir el mercado ni ofrecer respuestas rápidas. Su valor reside en ayudar al inversor a pensar con claridad, prudencia y perspectiva en entornos dominados por el ruido.
A lo largo de cientos de escritos, Howard Marks ha construido un marco mental coherente que pone el foco no en acertar más, sino en evitar errores irreversibles, una enseñanza especialmente valiosa para cualquier inversor de largo plazo.